No products in the cart.
La importancia del para qué
La importancia del para qué
En estos momentos en que estamos todos inmersos en la actividad y sepultados bajo la información es fundamental aprender a seleccionar, priorizar y definir acciones. ¿Para qué hacemos las cosas? ¿Para qué leemos toda esa información?
Por eso me encantó en el último viaje que hice con mis padres, la típica visita del domingo en Nueva York a una Misa Gospel en Harlem, no sólo por la música, sino por el trabajo de comunitario que desarrollan, pues el servicio religioso sirve para trabajar el empoderamiento de la comunidad.
¿Para qué vienes? ¿Qué te aporta?
Y en este caso, utilizan una herramienta muy sencilla, una hoja para trabajar en el servicio, en la que se indica que escuchar exige grandes competencias y que tomar notas mientras escuchas, aumenta tu retención. Utiliza esta hoja para tus notas personales, guárdala para revisar y meditar a lo largo de la semana recomiendan.
Y la hoja como podéis ver en la foto, no tiene complicación alguna:
- Principales ideas (priorizadas).
- Lo que quiero recordar.
- Que es lo que voy a cambiar o a hacer diferente tras este servicio.
Reflexion por escrito del para qué
Has venido a escuchar a tu pastor y seguro, que algo te ha parecido interesante y te resulta de utilidad, porque si no ¿para qué vienes?
¿Para qué acudes a un workshop? ¿Qué vas a hacer diferente tras el workshop?
Como algunos ya sabéis, yo llevo utilizando un sistema muy parecido en mis workshops, porque pienso que es fundamental para las personas de una empresas que dedican x horas a parar y trabajar comigo, definir el para qué. Para qué voy al workshop y para qué me sirve haber estado en el workshop.
Así que, al final de la sesión, trabajamos con tres tableros:
- Lo que me ha gustado.
- Lo que me llevo.
- Lo que voy a hacer diferente a partir de mañana.
Para qué has venido a un workshop
Por eso os propongo realizar esta acción de manera automática tras cada nueva acción que realicéis, para ir tomando decisiones sobre lo que hacemos y, lo que vamos a dejar de hacer.
- ¿Qué me ha gustado?
- ¿Qué me ha aportado?
- ¿Qué cambios voy a introducir como consecuencia?
Si no me aporta, ni no me supone cambios, es una acción que debo eliminar y si tengo dudas, os muestro una fórmula que no falla para saber si te conviene o no hacer algo:
- ¿Qué impacto tendrá para mí en un año?
- ¿Qué impacto tendrá para mí en 5 años?
- ¿Qué impacto tendrá para mí en 10 años?
Tenemos que introducir el para qué en nuestras vidas.
Sé que muchos de vosotros estáis en la etapa del hacer, pero llega un momento que hay que hacer con sentido, no todo es igual, hay que seleccionar, priorizar y definir acciones.
Así que cada vez que hagas algo nuevo, piensa para qué.
Pero y más importante, cada vez que estés haciendo algo habitual, piensa para qué.
Verás como funciona!
[subscribe2]
Deja una respuesta