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El emprendedor nace o se hace
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Tras 20 años trabajando con emprendedores tengo que reconocer que he cambiado de forma de pensar sobre si el emprendedor nace o se hace, tras tener a mis dos hijos y darme cuenta de lo diferentes que son desde que nacieron.
Recuerdo los comentarios de la pediatra cuando nació el segundo de mis hijos, comparándolo con el primero y, como pensé en aquel momento, que hablaba por hablar y ahora, es cuando soy consciente de cuan acertadas eran sus apreciaciones.
Siempre había pensado que la educación y la formación eran esenciales en nuestra forma de ser y de actuar y aunque sigo pensando que conforman una parte fundamental de cada persona, tengo muy claro que hay una serie de talentos que nacen con nosotros y a los que tenemos que escuchar.
¿Tienes claros tus talentos? ¿Te has parado a encontrarlos? ¿Son la base de tu trabajo?
En estos momentos se da la paradoja de que vuelve a repetirse una historia que ya viví en el 92: los emprendedores por necesidad. Está claro que las crisis llevan a muchas personas a decidir que el autoempleo es la única solución, pero la realidad es que muchas veces puede ser el principio de un problema mayor. Recuerdo tantos agujeros cósmicos creados con la buena fé de voy a montarme algo porque no me contratan, que sigo asustada con los emprendedores por necesidad.
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Para emprender hay que tener una serie de características personales que suelen venir de serie en el ADN y, si no las tenemos, resulta complicado desarrollar un proyecto emprendedor porque el coste personal va a ser demasiado alto.
Ser emprendedor no es mejor ni peor que trabajar por cuenta ajena, simplemente es distinto y hay mucha gente que no disfruta de la experiencia de emprender sino que la sufre desde el primer día.
Por eso es tan importante, parar y reflexionar antes de lanzarnos al mundo emprendedor y esa fue la razón por la que diseñé la App gratuita el Test del Algodón, en la que el primer área que se analiza es la personal.
Tenemos que ser conscientes de nuestra realidad para tomar las decisiones adecuadas.
Hay muchas preguntas que plantearse, pero al menos intenta responder a las siguientes:
- ¿Quiero hacer esto?
- ¿Cuento con las aptitudes necesarias?
- ¿Me gusta tratar con el tipo de personas que serán mis clientes?
- ¿No me importa dedicar muchas horas?
- ¿Cuento con el apoyo de familia y amigos?
No puedes levantarte cada mañana pensando que por qué demonios montaste una empresa y mucho menos, acostarte cada noche con ese pensamiento. Es un indicativo claro de que no tienes carácter emprendedor.
Es fundamental ser capaces de analizarnos de una forma objetiva para encontrar esos talentos que todos tenemos y así poder diseñar un plan de acción para desarrollarlos y ponerlos en valor. Olvida esa idea viejuna que tenemos todos de intentar paliar nuestras debilidades y centrar ahí nuestro trabajo, desengáñate, esas debilidades siempre estarán ahí.
Céntrate en tus fortalezas y desarróllalas, ahí si que puede estar tu elemento diferencial.
Esto no quiere decir que no haya que trabajar las habilidades emprendedoras en los niños y jóvenes, He colaborado desde el inicio en los programas de Emprender en la Escuela y en los centros integrados de formación profesional. Esas habilidades son positivas para todos, trabajen en un futuro por cuenta propia o ajena, pero si es verdad, que cuando trabajas en el aula, se nota ya mucho en clase quién tiene carácter emprendedor y quién no.
También es fundamental crear referentes emprendedores entre los jóvenes y por eso llevo tres temporadas en Canal Emprendedor, un programa de Aragón Radio en el que cada día se entrevista a un emprendedor distinto. Hay que mostrar el arco iris emprendedor existente y que estas personas sean referentes entre los jóvenes.
Por lo que ahora, 20 años y 2 hijos después, creo que el emprendedor nace y también se hace, así que vamos a descubrir esos talentos emprendedores de nuestra sociedad y vamos a ayudarles a desarrollar todos sus talentos para que sus ideas de negocio se conviertan en proyectos viables.
Y a ti ¿te parece que el emprendedor nace o se hace?
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