Y si te equivocas, apechugas

Muchos de vosotros al leer mi último post transitar por carreteras secundarias en vuestro buzón de correo, a través de mailchimp, os quedaríais de piedra porque el primer párrafo era ininteligible. Se me coló uno de esos párrafos de prueba que se colocan en los editores de texto. ¿Cómo? Pues no lo tengo muy claro, pero doler, duele mucho os lo aseguro.

Y ¿qué haces cuando te equivocas? Pues en primer lugar asumir el error, mea culpa y en segundo lugar, investigar y si no queda claro qué es lo que pudo ocurrir y si queda claro también, habrá que tomar medidas para intentar que no vuelva a pasar.

Sencillo ¿verdad? Pues a mí me llama la atención las veces que no se sigue este procedimiento tan básico.

  • Mea culpa: de eso nada, porque fulanito tendría que haber… y sutanito tendría que… No es culpa mía, yo sólo soy el damnificado.
  • Investigar que es lo que ha ocurrido: de eso nada, mucho mejor no tocarlo para no removerlo. Seguro que salimos perdiendo si decidimos analizar qué es lo que ha pasado.
  • Tomar medidas: no es necesario, porque no ha pasado nada (con dos negativas en la misma frase). Las medidas son para los que se equivocan y no para nosotros.

¿Nos gusta equivocarnos? Para nada; yo cuando lo ví, casi me da un jamacuco, pero es lo que hay y toca asumirlo.

Así que no pongas los errores bajo la alfombra y al menos, sácales partido.

Es lo mejor ¿no te parece?

Piensa en tu última equivocación y qué es lo que hiciste. Aprenderás mucho!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.